Discurso pronunciado por el Señor Embajador del Ecuador Dr.Universi Zambrano Romero durante la recepción ofrecida en su residencia el 10 de agosto 2010

Amigas y amigos:

Teresita y yo les damos la más cordial bienvenida en esta noche de ecuatorianidad.

Nos hemos congregado el día de hoy para conmemorar una de las fechas más importantes del calendario cívico de Nuestra América: El 10 de Agosto de 1809, fecha inolvidable en la que, en Quito se instaura el primer gobierno revolucionario del nuevo mundo, que depuso al Presidente de la Real Audiencia de la Corona , el Conde Ruiz de Castilla.

El año anterior, El Ecuador se adelantó a las celebraciones bicentenarias que diversas naciones hermanas se encuentran conmemorando en el presente año, con la grandiosidad que el hecho se merece.

Han sido 200 años en que nuestras patrias continúan luchando por su liberación definitiva, en procura de derrotar el subdesarrollo, la dependencia, la desigualdad, la inequidad, la ignorancia, la injusticia y el hambre. Doscientos años de lucha para la implantación de una verdadera democracia que debe ser el trasunto de la libre determinación de los pueblos. Han sido 200 años de lucha por el imperio de los derechos ciudadanos, por la vigencia de los postulados de libertad, igualdad y fraternidad proclamados en Francia en 1789. Doscientos años de lucha por el reconocimiento de la igualdad de derechos, privilegios y oportunidades del hombre y la mujer, por el desarrollo de un comercio justo y para que las grandes potencias paguen un precio justo por nuestras materias primas; por el aprovechamiento soberano de nuestros recursos naturales y el derecho al uso exclusivo de las 200 millas de mar territorial ; doscientos años en que América ha demostrado al mundo su potencial cultural, científico, artístico; en que hemos brindado al viejo mundo la oportunidad de visitar y admirar nuestras bellezas naturales inexistentes en otros continentes. A pesar de las campañas de aculturación y el exterminio casi total de los pueblos aborígenes, la raza indo-afro-hispanoamericana, sobrevive, dando paso a un precioso mestizaje que ahora la UNESCO está empeñada en promover y respetar porque están convencidos que Ecuador es el país de la UNIDAD EN LA DIVERSIDAD y por ende comprometidos con el respeto a la interculturalidad, porque somos un país independiente, soberano, multiétnico y laico ; característica reconocida y garantizada en la nueva Constitución de la República del Ecuador, que cobró vigencia el 20 de septiembre del 2008 luego de ser aprobada por referéndum consultivo.

El Primer Grito de Independencia en América Latina, ha valido para que un patriota Argentino le confiera a nuestra capital el título de QUITO LUZ DE AMERICA.

Sería injusto dejar de citar en este acto el nombre del pionero, precursor y mártir de nuestra independencia, el Dr. Eugenio Espejo, quien 15 años antes de esta gesta inmarcesible, dejó sembrada en el corazón de los quiteños la flama de la libertad y que pagó con su vida el atrevimiento de haber fundado el primer periódico de la colonia denominado “Primicias de la Cultura de Quito”, instrumento de lucha para la emancipación de Nuestra América.

Todos los próceres del 10 de Agosto, encabezados por Juan Pío Montúfar, Antonio Ante, Juan Salinas, Juan de dios Morales y Xavier Zambrano fueron eliminados después de un año en la cruenta matanza del 2 de Agosto de 1810.

Honrar honra, dijo el Apóstol de América José Martí. Sería injusto no mencionar en este acto el nombre de la heroína quiteña Manuela Cañizares, hermana mayor en la historia de Manuelita Saénz, que jugó un rol protagónico para la consumación del primer Grito de Independencia que celebramos hoy.

No es el momento para rendir un informe de labores, pero si es propicia la oportunidad para reiterar que hemos venido a este bellísimo país imbuidos del mejor ánimo para fomentar la amistad y la mutua cooperación entre nuestros dos pueblos hermanos: La tierra de Farabundo Martí, de Arnulfo Romero y Roque Dalton. Para que Centroamérica y Sudamérica se enlacen y se sientan parte de la gran familia indo-afro-hispanoamericana, unida indisolublemente; y para agradecer la acogida fraterna que hemos recibido desde el primer momento que arribamos a este bello país al que Gabriela apodó con acierto: el pulgarcito de América.

El Salvador es como el David bíblico (igual que Ecuador) diminuto en su extensión territorial pero grande en la historia, grande en la lucha contra la inequidad y la injusticia. Grande en la defensa de su soberanía, grande por sus héroes y pensadores, grande por la valentía de sus hombres y por la belleza de sus mujeres. En esta noche nos contemplan hermanados: Morazán, Sandino, Eloy Alfaro y Juan Montalvo. Roque Dalton y Olmedo. Neruda, Rubén Darío, César Vallejo y García Márquez.

La relación entre los pueblos no puede constreñirse tan solo al ámbito de lo económico o comercial , es más trascendente la cooperación en el campo de la educación y la cultura, el conocimiento mutuo de nuestros valores, de nuestra historia y el firme propósito de marchar juntos hacia la UNION por la que lucharon y entregaron sus vidas nuestros próceres y pensadores: Simón Bolívar, José de San Martín, Antonio José de Sucre, José Martí, Artigas, Miranda, Andrés Bello, Bernardo O´Higgins, Caldas, Nariño, Hidalgo, el llanero Páez, Antonio Maceo, Ignacio Agramonte, el Negro Ali Primera y Abdón Calderón.

En el Ecuador impera la democracia participativa, el respeto a la empresa privada y a la libertad de expresión bien concebida, dentro del marco del respeto al derecho ajeno, a la dignidad y el honor de las personas. No de otra manera se puede entender la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y la libertad de cultos, sino dentro del marco del respeto a la verdad, a la Ley, a la ética y las buenas costumbres.

Antes de concluir, no puedo menos que agradecer vuestra presencia en nuestra casa ecuatoriana, formular los mejores votos por la prosperidad del pueblo salvadoreño y por el éxito de su excelencia el Presidente Mauricio Funes en la conducción de los destinos de su gran pueblo. Gracias.

Universi Zambrano Romero

Embajador del Ecuador en El Salvador - San Salvador